Mampara fija o corredera, ¿cuál es la mejor opción?
A la hora de escoger una mampara podemos optar por las clásicas fijas o elegir una mampara corredera. A continuación te presentamos los principales puntos positivos de cada tipo de mampara. Sigue leyendo para conocer cuáles son las características principales de cada tipo de mampara, así como los distintos tipos de modelos de mamparas fijas y correderas que existen.
Qué es una mampara fija
Las mamparas fijas son aquellas mamparas de ducha compuestas por un panel de cristal o de vidrio sencillo que sirve para cerrar parte de la ducha. Normalmente este panel se ubica en la parte que más cerca se encuentra de la grifería. Aunque no cierra toda la ducha, porque es necesario dejar un espacio para poder acceder a ella, una mampara fija debe cerrar la ducha lo suficiente para prevenir las salpicaduras de agua.
Entre las principales ventajas de las mamparas fijas, los expertos reseñan que a nivel estético son mamparas realmente atractivas. Del mismo modo, se trata de opciones que suelen usarse en los baños de los hoteles o de los spas con estilo minimalista. Las mamparas fijas, por sus características, suelen durar más que las mamparas correderas, ya que como no se manipulan constantemente su desgaste es mucho menor.
Por otro lado, se trata de mamparas especialmente seguras que normalmente vienen con vidrios o cristales de gran grosor y podemos encontrar alternativas realmente económicas. Del mismo modo, son mamparas muy accesibles ideales para hogares en los que viven personas de movilidad reducida.
Qué es una mampara corredera
Por otro lado, las mamparas correderas son aquellas que se componen a partir de una hoja fija y otra corredera, aunque pueden tener más hojas. Las puertas correderas deslizan de manera eficiente sobre un carril que puede ser superior o inferior, aunque también podemos encontrar diseños minimalistas sin perfiles. Entre sus principales ventajas encontramos que se trata de mamparas totalmente herméticas que mantienen a la perfección la temperatura interior, siendo una buena opción si hay niños pequeños en casa.
Las mamparas correderas también son estancas si incluyen perfil inferior, con lo que se reduce en gran medida el riesgo de salpicaduras o de filtraciones. Por otro lado, son mamparas muy prácticas e ideales para las familias grandes o los pisos en los que conviven varias personas, ya que pueden serigrafiarse para aportar mucha intimidad en el momento de la ducha.
Tipos de mamparas fijas
Dentro de las mamparas fijas podemos encontrar a su vez diferentes alternativas a tener en cuenta para poder adaptar a la perfección la mampara de baño a las necesidades de cada usuario. En primer lugar encontramos las mamparas fijas compuestas por un único panel, son las más minimalistas y clásicas y suelen venir sin perfilería, con acabados muy depurados y a conjunto con el plato de la ducha, normalmente a ras de suelo. Son ideales para conseguir un efecto contemporáneo en el cuarto de baño, como si de un hotel urbano se tratara.
Por otro lado, otros modelos de mamparas fijas incorporan también una hoja móvil abatible. Este tipo de mamparas cuentan con el acceso lateral abierto, pero al incorporar dos hojas permite cubrir mejor todo el plato de la ducha impidiendo que el agua pueda salir. En este punto cabe reseñar que es fundamental seleccionar la mampara adecuada para cada tipo de ducha, con lo que una gran alternativa es escoger opciones combinadas de mampara y plato de ducha como las que puedes revisar en https://asealia.com/es/56-plato-mampara, a fin de conseguir la mejor solución de estanqueidad para tu cuarto de baño.
Además, encontramos también la combinación de un panel fijo con abatible más un lateral fijo. Es la mejor alternativa si prefieres una mampara fija pero quieres conseguir que tu ducha quede perfectamente sellada para que el agua no salga. De esta forma, se trata de mamparas fijas con tres hojas, con un panel fijo frontal, una puerta abatible pequeña y un panel fijo lateral.
Finalmente encontramos las mamparas fijas compuestas por un panel fijo y por una puerta corredera. Estas mamparas son realmente una combinación de ambas opciones, con lo que también podría incluirse dentro de las mamparas correderas.
Tipos de mamparas correderas
Del mismo modo, dentro de las mamparas correderas, además de los modelos que combinan una hoja fija con una corredera como indicábamos en el punto anterior, encontramos también mamparas de ducha frontales correderas simples o angulares correderas. Las frontales correderas simples cuentan con una colocación frontal y una apertura corredera. De esta manera, se ubican junto con los platos entre tres paredes y suelen incluir una puerta móvil y una hoja fija. La puerta corredera va por una guía que incorpora rodamientos o por un carril, que puede ser a su vez superior, inferior o doble.
Por otro lado encontramos las mamparas angulares correderas. Se trata de un tipo de mamparas que cuentan con acceso por el vértice del plato de la ducha y normalmente cuentan con cuatro hojas, dos de ellas fijas y dos puertas correderas. Estas mamparas correderas están pensadas para platos que hacen esquina.
Diferencias entre mamparas fijas y correderas
En primer lugar es importante tener en cuenta que tanto las mamparas fijas como las correderas pueden ubicarse en baños pequeños o grandes, aunque las correderas no requieren de espacio extra para abrir sus puertas y las fijas ni siquiera suelen tener puertas que abrir, a no ser que incorporen uno de sus componentes abatibles.
Entre sus principales diferencias cabe reseñar que las mamparas fijas de ducha son más accesibles normalmente, y por tanto una gran alternativa para las personas mayores o con movilidad reducida. Del mismo modo, con las fijas no es necesario tocarlas para accederlas y combinan mejor con los platos extra planos.
Por otro lado, las mamparas correderas son mejor para las familias con niños, ya que impiden de manera más eficiente las fugas de agua y aguantan mucho mejor la temperatura, conservando la temperatura ambiente de manera constante. Otra de las principales diferencias entre las mamparas fijas y las correderas es que las primeras son mucho más resistentes y duraderas, mientras que las segundan soportan mejor los vinilos, tratamientos y personalizaciones.