¿Cómo funcionan las puertas automáticas?
Las puertas automáticas llevan cantidad de años entre nosotros, ya que aportan una gran comodidad a la hora de abrir los garajes, las fincas o los almacenes, incluso hay algunas versiones más sofisticadas que se instalan en los comercios.
Estas permiten acceder a un espacio privado sin necesidad de hacer esfuerzos y cargar con toda la estructura. En el caso de los garajes, hacen que ahorremos tiempo y evitan que tengamos que salir a la intemperie cuando hace frío que, desde luego, no apetece, para ubicar el vehículo en el interior.
Pero, después de todos estos años beneficiándote de ellas, ¿todavía no sabes cómo funcionan? En este artículo te explicamos cuál es el mecanismo de este tipo de puertas y sus partes.
Funcionamiento de puertas automáticas: el motor
Las puertas automáticas se activan normalmente con una señal que se envía mediante un mando a distancia, una llave o pulsando un interruptor. Lo que esto permite es que permanezcan cerradas hasta que las personas autorizadas desean acceder al interior y que no se abran ante la llegada de cualquier intruso.
Para que esto ocurra y el mecanismo funcione sin necesidad de que lo toquemos, es imprescindible que cuenten con un motor. Esta parte fundamental de la estructura se escoge según el tamaño y el peso de la propia puerta, ya que tendrá que ofrecer la energía suficiente como para cargar con ella.
Existen diferentes tipos de motor que se adaptan también al funcionamiento de la propia puerta y su ubicación, pues hoy en día contamos con diversas variedades de instalaciones automáticas que cubren las necesidades de cada construcción, espacio y terreno.
Por ejemplo, las puertas abatibles requieren de un motor específico para este tipo de apertura. Por otro lado, las que sitúan este mecanismo en la parte exterior necesitan un motor que cuente con una caja de protección especial que lo proteja de las inclemencias climáticas e impide que se estropee cuando hay lluvia, humedad o nieve.
Cómo funcionan los sensores de las puertas automáticas
Los sensores son los que activan el accionamiento del mecanismo, es decir, los que dicen al motor que se tiene que encender y empezar a funcionar para abrir o bien para cerrar el espacio. Por lo tanto, son una parte muy importante cuando se trata de las puertas automáticas.
Al igual que ocurre con los motores, en este ámbito también vamos a encontrar modelos diferentes con funcionamientos distintos. Hay dos que son los más habituales y los que suelen tener la mayoría de los modelos de puertas para garajes o fincas.
Los sensores de microondas
Este tipo de sensores emplean ondas electromagnéticas que se impulsan mediante un emisor de radiofrecuencias. Lo que hacen es viajar hasta las diferentes zonas de la estructura gracias a una antena y estas hacen que reboten para devolver la señal al receptor. Si hay algún tipo de obstáculo que impide que lleguen a paredes o techos y reboten correctamente, puede que la señal no se capte como debe y esto dificultará que la puerta automática reacciones tal y como lo estamos solicitando. Es lo que permite que la acción se detenga si está pasando una persona por la puerta, haciendo que esta no se cierre inesperadamente.
Los sensores de infrarrojos
Los sensores de infrarrojos también son muy utilizados en todo tipo de sistemas automáticos, incluso son válidos para los muelles de carga. En este caso comprenden un transmisor y un mínimo de dos receptores que se ubican en un chip con sistemas ópticos. Este sensor también interrumpe su actividad ante la llegada de un obstáculo entre transmisor y receptores, por ejemplo, cuando llega un coche. Para configurarlos correctamente y poner el número de receptores necesarios es imprescindible analizar la forma y el tamaño de la puerta.
Cómo funcionan los frenos y topes de las puertas automáticas
Los frenos y topes de las puertas automáticas son imprescindibles para controlar los movimientos que esta va a hacer mientras está en funcionamiento, y también para que se puedan parar en el lugar que corresponde.
Los frenos de calidad se pueden comprar en establecimientos especializados como MetalBlinds y son los que consiguen limitar los movimientos del mecanismo con suavidad, sin que se den golpes en los marcos de las puertas o en las propias pareces. Algunos de ellos incluso permiten prescindir de los topes.
Hacia donde deben abrir las puertas automáticas
¿Te preguntas hacia dónde se abren las puertas automáticas? Pues bien, lo cierto es que depende del tipo de puerta automática, esto va a funcionar de una forma o de otra. Existen diferentes modelos que se adaptan a cada espacio o condiciones, por lo que se instalan versiones diferentes en cada estructura, con la intención de adoptar la solución más adecuada con las necesidades arquitectónicas.
Estos son los principales tipos de puertas automáticas y sus diferentes aperturas:
- Las puertas automáticas basculantes. Pueden tener una o dos hojas según el tamaño de la entrada y estas se elevan hacia el techo cuando se activa el mecanismo. Son apropiadas cuando los techos son altos y no hay mucho espacio en los laterales.
- Las puertas automáticas correderas. Necesitan de más espacio para su instalación, ya que se mueven mediante unas ruedas ubicadas en el suelo hacia los lados, dejando el hueco central disponible para pasar.
- Las puertas automáticas batientes. Se mueven en un ángulo de 90 grados, como ocurre con las puertas manuales que tenemos en casa. Se adaptan bastante bien a todo tipo de espacios.
- Las puertas automáticas enrollables. Estos modelos se enrollan como una persiana en la parte superior del espacio, por lo que tampoco ocupan demasiado y son aptas para construcciones con limitaciones a los lados.